Hoja de ruta para un fork gubernamental de Bitcoin
En caso de una bifurcación dura (hard fork) de la red Bitcoin, el Patrocinador… decidirá a su sola discreción, de buena fe, qué red… es generalmente aceptada como la red Bitcoin y, por lo tanto, debe considerarse la red apropiada.
Patrocinador=BlackRock
Entre el elenco de opciones que los gobiernos tienen para atacar a Bitcoin se encuentra la de intentar llevar a cabo un fork (bifurcación) de Bitcoin, como mencionaba Zero en el Directo Bitcoin 2140 donde se analizó lo acontecido con Samourai, que se produciría a modo de final intento de asalto y que ha sido ya comentado en alguna ocasión. A continuación el boceto de lo que bien podría ser el guion cinematográfico de una distopía futurista sobre cómo podría producirse este evento:
Los gobernantes son cada vez más conscientes de la tremenda estafa piramidal sobre la que se sostiene su forma de ganarse la vida. Se huelen que las CBDC van a ser un auténtico fracaso y empiezan a tener claro que Bitcoin, si no lo controlan, presenta un grave riesgo para el mantenimiento de sus privilegios. Muchos piensan que podrán meterlo en el redil y domesticarlo con acciones de mayor o menor envergadura, o al menos postergar lo inevitable para cuando ellos ya no estén. Pero seguro que hay partidarios de la solución final que supondría un fork. El proceso se iría desarrollando por fases, una de preparación y otra de ejecución y consolidación:
Preparación
Objetivos. Para esta fase podemos identificar tres objetivos inmediatos: Primero, acumular todo el Bitcoin que sea posible, especialmente a través de instrumentos como los recientemente aprobados ETFs. No en vano, Blackrock hace referencia en la documentación de su ETF a la eventual existencia de bifurcaciones y que ellos elegirán la cadena a seguir. El segundo sería procurar la eliminación de la privacidad y fungibilidad en Bitcoin, de forma que se dificulte enormemente operar con bitcoins que no hayan sido sometidos al escrutinio de un exhaustivo KYC, a fin de tener identificados a cuantos más titulares de direcciones de bitcoin puedan. En este sentido, ya se empieza a hablar de las “Privacy Wars”. A ello cabría añadir acciones para impedir (o retrasar) el desarrollo de una industria alrededor de Bitcoin que hiciera la red más robusta, entre las que se pueden encontrar ataques a la minería o a las segundas capas como Lightning Network u otras que no se mencionan, pero que todo el mundo vinculado con el sector conoce.
Los medios que se utilizarán para alcanzar estos objetivos obedecerán a variada casuística. Básicamente, serán todos aquellos que se les ocurra y estén a su alcance, como:
Perseguir a desarrolladores de programas, plataformas y herramientas que faciliten el desarrollo de la adopción de Bitcoin y, particularmente, las que permiten mantener al usuario su privacidad, tales como exchanges descentralizados o billeteras con funcionalidades avanzadas (Samourai, Tornado), soluciones de segunda capa (Lightning), pools y empresas de minería, y, en general, a personas relevantes del sector con el objeto de desincentivar el trabajo en y con Bitcoin.
Estrangulamiento regulatorio, de forma que solamente sectores ya regulados como el financiero puedan realizar actividades relacionadas con Bitcoin (Reglamento MiCA) y siempre con imposición de estrictas normas sobre KYC, más onerosas incluso que para las operaciones en efectivo. Entre las modificaciones o reinterpretaciones legislativas se introduciría, por ejemplo, la idea o la norma de que los nodos enrutadores de Lightning Network tienen la consideración de transmisores de dinero o cualquier otra categoría legal actual o por inventar. Las excusas para ello serían muy variadas aludiendo a fines nobles como la protección de la soberanía monetaria, los ciudadanos o el medio ambiente. Siempre será por el bien de los ciudadanos. Igualmente, es de prever actuaciones contra la autocustodia como exigir KYC a todos los suministradores de hardware wallets o incluso prohibir la comercialización de estos dispositivos. Cada vez es más importante el DIY (do it yourself).
Todo ello deberá ir unido a una campaña de propaganda con la repetición de diversos mantras, como que los bitcoins sin KYC se utilizan solamente para actividades criminales o que Bitcoin con su sistema de prueba de trabajo (PoW) resulta muy pernicioso para el medio ambiente y los objetivos de la agenda para hacer frente a la emergencia climática, e ir soltando globos sondas sobre cómo aceptaría el mercado un fork que corrigiera los defectos advertidos en Bitcoin. La historia está llena de muestras de lo manipulable que es la masa y están convencidos de que podrán hacerlo otra vez.
Si la consecución de los objetivos no es del todo satisfactoria, se estudiarían medidas adicionales como la prohibición absoluta de operar o interactuar con Bitcoin sin KYC.
Así las cosas, sería conveniente que se avanzara en la privacidad y fungibilidad de Bitcoin y, en este punto, creo que es preciso cuestionar uno de los mitos de Bitcoin: su fungibilidad. En Bitcoin, como sistema aislado, podemos pensar en la existencia de fungibilidad, pero cuando conectamos Bitcoin con el mundo exterior esta fungibilidad se deteriora. Bitcoin adolece, en este sentido, de falta de fungibilidad y ello posibilita un vector de ataque de censura. Fungibilidad y privacidad están relacionadas, pero no son del todo conceptos unívocos y es necesario avanzar en estos aspectos, tanto en segundas capas como en la red principal.
La siguiente fase sería la de
Ejecución y consolidación
Se crearía un fork de Bitcoin, dando lugar a un nuevo BTC (NBTC) con cambios importantes en programación como, por ejemplo: PoS en vez de PoW como mecanismo de consenso (tesis sostenida por ALASTRIA); alteración del régimen de la oferta monetaria (eso para más adelante), vincular toda tenencia de NBTC a una identidad digital, si no, no se puede gastar; limitar el tiempo para reclamar el nuevo BTC y quema de los NBTC no reclamados tras la fecha fijada (reducción de la oferta). Esperarán, así, un incremento del precio respecto del BTC, pensando que los hodlers no seguirán aguantando. ¡JA! Si han llegado hasta aquí, ¿qué son 5 ó 10 años más?.
El proceso iría acompañado de otras medidas, como la utilización del palo/zanahoria con los desarrolladores de BTC y NBTC, desincentivando el trabajo en BTC y favoreciendo desarrollos en el NBTC con los millones de euros que extraen de los ciudadanos/súbditos. Desde esta perspectiva, sería conveniente que los desarrolladores, desde ya, como muchos están haciendo, se pusieran en “modo Satoshi”.
Los que reclamen los NBTC tienen que identificarse, por lo que se sabrá los NBTC y BTC que tienen. Cuando llegue esta fase, es preciso concienciarse de no tocar los NBTC ni con un palo, como si no existieran. Sucede que, si consiguen que el NBTC suba de precio y que el BTC baje, muchas personas claudicarán y, movidos por la codicia o el miedo, dejen de usar BTC en favor del NBTC.
Habrá una gran campaña publicitaria, acompañada presumiblemente de medidas legislativas, para sostener que NBTC es el verdadero BTC, de forma que se persiga el uso del nombre Bitcoin para referirse al viejo BTC, al estilo Craig Wright pero con músculo estatal, acusando a los que hagan uso del término Bitcoin para referirse al viejo BTC de todo lo que se les pase por la cabeza: estafa, publicidad engañosa, competencia desleal… cualquier excusa. Desde luego, se ordenará, si no se ha hecho ya, el deslistado del viejo BTC en los exchanges, para concluir con la criminalización de cualquier uso del viejo BTC, cuando se vea que el tinglado no les funciona y que han terminado de liquidar los recursos del Estado en el proceso.
En fin, lo cierto es que vienen tiempos difíciles, aunque hay esperanza. Puede que haya países como El Salvador que ahorren a su ciudadanía este calvario y sean refugio de desarrolladores, empresarios y profesionales relacionados con BTC, al más puro estilo de la Quebrada de Galt. Igualmente, podemos esperar avances en la descentralización de las herramientas vinculadas con Bitcoin y en el uso del software libre para evitar que la censura que se avecina sea efectiva.
Finalmente, será el momento clave de los hodlers. Si llega este fork, habrá que ver el comportamiento de los viejos tenedores de Bitcoin, que van en aumento. La cantidad de bitcoins que no se han movido en los últimos 10 años tiende a aumentar significativamente y, en la actualidad, los bitcoins que llevan más de 5 años sin moverse están cerca del 50%. Con cada ciclo alcista se ve gente que “realiza beneficios”, pero son sobre todo bitcoins de alrededor del año de antigüedad. En cambio, si tenemos en cuenta un período de 5 años, vemos que estas billeteras son más reacias a vender. Si llegamos a la situación descrita será el momento de la guerra de los hodlers y comprobaremos si los memes que circulan en la red se corresponden con la realidad. Podría pensarse que las acciones que lleven a cabo los gobiernos, a corto plazo, impliquen una caída en la percepción del valor (precio) del viejo Bitcoin en favor del nuevo adulterado. Llegados a ese punto, se pondrá a prueba la supuesta fortaleza de los hodlers, será su momento. Si aguantan la enésima caída del precio, en no mucho tiempo se revertirá la situación y se consumará el colapso del actual sistema financiero, dando lugar de forma efectiva a la nueva era. A ver si se dan prisa y nos da tiempo a ver el espectáculo con un bol de palomitas desde nuestro lambo.